Leer el fragmento de teatro en verso con la entonación,
la expresividad y el ritmo adecuados.
Escena I
DON JUAN, con antifaz, sentado a una mesa escribiendo; BUTTARELLI Y CIUTTI, a un lado esperando. Al levantarse el telón, se ven pasar por la puerta del fondo Máscaras, Estudiantes y Pueblo con hachones, músicas, etc.
JUAN: ¡Cuál gritan esos malditos!
Pero, ¡mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!
(Sigue escribiendo.)
BUTTARELLI ( A CIUTTI)
Buen carnaval.
CIUTTI ( A BUTTARELLI)
Buen agosto
para rellenar la arquilla.
BUTTARELLI: ¡Quia! Corre ahora por Sevilla
poco gusto y mucho mosto.
Ni caen aquí buenos peces,
que son cosas mal miradas
por gentes acomodadas
y atropelladas a veces.
CIUTTI: Pero hoy...
BUTTARELLI: Hoy no entra en la
cuenta, Ciutti, se ha hecho buen trabajo.
CIUTTI: ¡Chist! Habla un poco más bajo,
que mi señor se impacienta pronto.
BUTTARELLI:¿A su servicio estás?
CIUTTI: Ya ha un año.
BUTTARELLI: ¿Y qué tal te sale?
CIUTTI: No hay prior que se me iguale;
tengo cuanto quiero y más.
Tiempo libre, bolsa llena,
buenas mozas y buen vino.
BUTTARELLI: ¡Cuerpo de tal, qué destino!
CIUTTI: ( Señalando a DON JUAN)
Y todo ello a costa ajena.
BUTTARELLI: ¿Rico, eh?
CIUTTI: Varea la plata.
BUTTARELLI: ¿Franco?
CIUTTI: Como un estudiante.
BUTTARELLI: ¿Y noble?
CIUTTI: Como un infante.
BUTTARELLI: ¿Y bravo?
CIUTTI: Como un pirata.
BUTTARELLI: ¿Español?
CIUTTI: Creo que sí.
BUTTARELLI: ¿Su nombre?
CIUTTI: Lo ignoro en suma.
BUTTARELLI: ¡Bribón! ¿Y dónde va?
CIUTTI: Aquí.
BUTTARELLI: Largo plumea.
CIUTTI: Es gran pluma.
BUTTARELLI: ¿Y a quién mil diablos escribe
tan cuidadoso y prolijo?
CIUTTI: A su padre.
BUTTARELLI: ¡Vaya un hijo!
CIUTTI: Para el tiempo en que se vive,
es un hombre extraordinario.
Mas silencio.
JUAN: (Cerrando la carta.)
Firmo y plego.
¿Ciutti?
CIUTTI ¿Señor?
JUAN: Este pliego
irá dentro del orario
en que reza doña Inés
a sus manos a parar.
CIUTTI: ¿Hay respuesta que aguardar?
JUAN: De el diablo con guardapiés
que la asiste, de su dueña,
que mis intenciones sabe,
recogerás una llave,
una hora y una seña:
y más ligero que el viento
aquí otra vez.
CIUTTI: Bien está.
( Vase .)
Distinguir y conocer las características de
las palabras homófonas.
1.Leer poemas con la entonación y el ritmo adecuados.
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!.
Al leer esta bella y sencilla poesía en la que Antonio Machado recuerda uno de los momentos más alegres y mágicos vividos durante su infancia, verás que aparecen unos seres extraños, "los lindos pegasos", que hacen referencia a personajes de ficción o a animales fantásticos sacados de unos escritos que se llaman Mitología. ¿Te gustaría conocer algo sobre el mito de Pegaso?
Realiza las siguientes actividades:
Busca y resume, en menos de cinco líneas, quién era este animal fantástico.
Inventa un animal fantástico o monstruo. Dibújalo.
¿Qué nombre le pondrías?
2. Buscar y diferenciar los significados de
palabras polisémicas, utilizándolas posteriormente en los contextos adecuados.
Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos en la cocina. De pronto notó que su mamá tenía varios cabellos blancos que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su mamá y le preguntó inquisitivamente, ¿Mami, por qué tienes algunos cabellos blancos? Su mamá le contestó: - Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones triste, uno de mis cabellos se pone blanco’. La niñita se quedó pensativa por un rato y luego dijo: - Mami, ¿por qué todos los cabellos de mi abuelita están blancos?
OTRA ANÉCDOTA
Una niñita le estaba hablando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena. Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse ningún humano porque físicamente era imposible. La niñita dijo : -Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás. La maestra le preguntó: -¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno? La niña le contestó,: -Entonces le tocará a usted preguntarle.