sábado, 3 de marzo de 2012

U-10: LOS TEXTOS (P5)


O1    Leer un texto narrativo con la pronunciación, el ritmo y la entonación adecuados.

 De un gallo veleta que cazó unos lagartos y lo que con ellos hizo un niño
  
          El  gallo  de  la  veleta,  recortado  en  una  chapa  de  hierro  que  se  cantea  al 
viento sin moverse y que tiene un solo ojo que se ve por las dos partes, pero es 
un  solo  ojo,  se  bajó  una  noche  del  tejado y se fue a las piedras a cazar 
lagartos. Hacía luna, y a  picotazos de hierro los mataba. Los colgó al 
tresbolillo en la pared blanca de levante que no tiene ventanas, prendidos de 
muchos clavos. Los más grandes puso arriba y cuanto más chicos, más abajo. 
Cuando los lagartos estaban frescos  todavía, pasaban vergüenza, aunque 
muertos, porque no se les había secado la glandulita que segrega el rubor, que 
en los lagartos se llama "amarillor", pues tienen una vergüenza amarilla y fría. 
           Pero  andando  el  tiempo  se  fueron  secando  al  sol,  y  se  pusieron  de  un 
color negruzco, y se encogió su piel y se arrugó. La cola se les dobló hacia el 
mediodía, porque esa parte se había encogido al sol, y así vinieron a quedar los 
lagartos con la postura de los alacranes, todos hacia una misma parte, y ya, 
como habían perdido los colores y la tersura de la piel, no pasaban vergüenza.  
     Y andando más tiempo todavía, vino el de la lluvia, que se puso a flagelar la 
pared donde estaban colgados, y los empapaba bien y desteñía de sus pieles un 
zumillo, como de herrumbre verdinegra, que colaba en un reguero por la pared 
hasta la tierra. Un niño puso un bote al pie de cada reguerillo, y al cabo de las 
lluvias había llenado los botes de aquel zumo y lo juntó todo en una palangana  
para ponerlo seco.        
        Ya los lagartos habían desteñido todo lo suyo, y cuando volvieron los días 
de sol tan solo se veían en la pared unos esqueletitos blancos, con la película 
fina y transparente, como de las camisas de las culebras, y que apenas 
destacaban del encalado. 
         Pero el niño era más hermano de los lagartos que del gallo de la veleta, y 
un día que no hacía viento y el gallo no podía defenderse, subió al tejado y lo 
arrancó de allí y lo echó a la fragua, y empezó a mover el fuelle. El gallo 
chirriaba en los tizones como si hiciera viento y se fue poniendo rojo, amarillo 
y blanco. Cuando notó que empezaba a reblandecerse, se dobló y se abrazó con 
las fuerzas que le quedaban a un carbón grande, para no perderse del todo. El 
niño  paró  el  fuelle  y  echó  un  cubo  de  agua  sobre  el  fuego,  que  se  apagó 
resoplando  como  un  gato,  y  el  gallo  de  la  veleta  quedó  asido  para  siempre  al 
trozo de carbón
Rafael Sánchez Ferlosio 



O2    Identificar los distintos lexemas que aparecen en las palabras compuestas.



O3    Conocer y aplicar la ortografía de la letra g en sus dos sonidos, fuerte y suave.



O4    Saber utilizar correctamente la diéresis.

O6    Planificar y realizar descripciones escritas de una escena.

  • DESCRIBE LA ESCENA DE UNA PELÍCULA (ACTIVIDAD 11)
  • RESUME EL TEXTO INICIAL (ACTIVIDAD 12)

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